Lo mencionado por los usuarios y sus actitudes hacia el
Parque, la manera como se apropian de él, mediante actividades de recreación
pasiva y activa, vendiendo, contemplando su paisaje, durmiendo y aseándose en
sus vertientes me ha permitido integrar una serie de imágenes al material
proyectual que de este modo ha enriquecido apreciablemente el Proyecto. Lo
importante en este momento es señalar que ese material antropológico ha sido
traducido en formas significativas y sistemas de relaciones entre esas formas y
las preexistentes, las del medio ambiente natural.
Es además uno de los más espectaculares sitios con que pueda
contar una ciudad; ubicado en el centro, es una enorme "fisura"
natural cuyos cortes pronunciados, parcialmente cubiertos de vegetación, pueden
apreciarse desde lo alto de su extenso borde y especialmente desde el elevado
puente que cruza ambos extremos. Mientras que en la parte norte el suelo
es gredoso y de colores terrosos sepia y ocre, en el sur existen desde hace
tiempo bosquecillos de eucaliptos y vertientes de agua. El panorama
paisajístico no sólo se hace interesante en dirección al interior de la cañada,
su base y sus bordes, sino también hacia el exterior, mirando en dirección al
perímetro de la gran hoyada sobre la que se asienta la ciudad. La vista se hace
especialmente atractiva mirando hacia el sur, donde -a lo lejos- existen
serranías de variadas formas y colores cálidos que tienen al nevado del
Illimani como principal punto de atracción.
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